viernes, 14 de agosto de 2009

El testigo de la libertad

" He aquí por qué es inútil y ridículo pedirnos justificación y compromiso. Comprometidos, lo estamos; aunque involuntariamente. Y, para terminar, no es que la lucha haga de nosotros artistas, sino que el arte nos obliga a ser militantes. Por su función misma, el artista es el testigo de la libertad y es ésta una justificación que suela pagar cara. Por su función misma está metido en la espesura inextricable de la historia, allí donde se sofoca la propia carne del hombre. Siendo el mundo lo que es, estamos comprometidos con él, mal que nos pese, y somos por naturaleza los enemigos de los ídolos abstractos que en él hoy triunfan, sean nacionales o partidarios (...) Esto determina , al mismo tiempo, nuestra solaridad para con todos porque tenemos que defender el derecho de cada uno a la soledad, jamás seremos solitarios."

" El artista que vive y crea a nivel de la carne y de la pasión sabe que nada es simple y que el otro existe. El conquistador quiere que el otro no exista, su mundo es un mundo de señores y esclavos, este mismo mundo en que vivimos. El mundo del artista es el mundo de la discusión viva y de la comprensión."

" Y sabrán entonces que esta singular vocación les crea la más perturbadora de las fraternidades, la de los combates dudosos y de las grandezas amenazadas, la que a través de todas las épocas de la inteligencia no dejó jamás de luchar para afirmar contra las abstracciones de la historia lo que rebasa a toda historia: La carne, sea sufriente, sea dichosa."



"El testigo de la libertad" de Moral y Política. Albert Camus. 1948

sábado, 6 de septiembre de 2008

El artista como sufridor ejemplar

“El escritor es el sufridor ejemplar, no sólo porque haya alcanzado el nivel de sufrimiento más profundo, sino porque ha encontrado una manera profesional de sublimar (en el sentido literal de sublimar, no en el freudiano) su sufrimiento. Como hombre sufre, como escritor, transforma su sufrimiento en arte. El escritor es el hombre que descubre el uso del sufrimiento en la economía del arte, como los santos descubrieron la utilidad y la necesidad de sufrir en la economía de la salvación”


Susan Sontag. El artista como sufridor ejemplar.1962.

Acotamos: Nos gustaría aplicar al "artista" los atributos que en el presente texto, Sontag parece sólo adjudicar al escritor.

viernes, 15 de agosto de 2008

Hay que insistir en esta idea de la cultura en acción

“Tenemos sobre todo necesidad de vivir y de creer en lo que nos hace vivir, y que algo nos hace vivir; y lo que brota de nuestro propio interior misterioso no debe aparecérsenos siempre como preocupación groseramente digestiva (tener-hambre).

Quiero decir que si a todos nos importa comer inmediatamente, mucho más nos importa no malgastar en la sola preocupación de comer inmediatamente nuestra simple fuerza de tener hambre.

Si la confusión es el signo de los tiempos, yo veo en la base de esa confusión una ruptura entre las cosas y las palabras, ideas y signos que la representan.

(…)

Si nuestra vida carece de azufre, es decir, de una magia constante, es porque preferimos contemplar nuestros propios actos y perdernos en consideraciones acerca de las formas imaginadas de esos actos, y no que ellos nos impulsen.

Y esta facultad es exclusivamente humana. Hasta diré que esta infección de lo humano contamina ideas que debían haber subsistido como ideas divinas; pues lejos de creer que el hombre ha inventado lo sobrenatural, lo divino, pienso que la intervención milenaria del hombre ha concluido por corromper lo divino.

Todas nuestras ideas acerca de la vida deben reformarse en una época en que nada adhiere ya a la vida. Y de esta penosa escisión nace la venganza de las cosas; la poesía que no se encuentra ya en nosotros y que no logramos descubrir otra vez en las cosas resurge, de improviso, por el lado malo de las cosas: nunca se habrán visto tantos crímenes, cuya extravagancia gratuita se explica sólo por nuestra impotencia para poseer la vida.
(…)

Pero por mucho que necesitemos de la magia, en el fondo tememos a una vida que pudiera desarrollarse por entero bajo el signo de la verdadera magia.

(…)

Dicho esto, podemos esbozar una idea de cultura, una idea que es ante todo una protesta:

(…)

Protesta contra la idea de una cultura separada de la vida, como si la cultura se diera por un lado y la vida por otro; y como si la verdadera cultura no fuera un medio refinado de comprender y ejercer la vida.

(…)

Y conviene que las facilidades demasiado grandes desaparezcan y que las forman caigan en el olvido; la cultura sin espacio ni tiempo, limitada sólo por nuestra capacidad nerviosa, reaparecerá con energía acrecentada. Y está bien que de tanto en tanto se produzcan cataclismos que nos inciten a volver a la naturaleza, es decir, a reencontrar la vida

(…)

Cuando todo nos impulsa a dormir, y miramos con ojos fijos y conscientes, es difícil despertar y mirar como en sueños, con ojos que no saben ya para qué sirven, con una mirada que se ha vuelto hacia adentro.

(…)

Destruir el lenguaje para alcanzar la vida es crear o recrear el teatro.

(…)

Por otra parte, cuando pronunciamos la palabra vida, debe entenderse que no hablamos de la vida tal como se nos revela en la superficie de los hechos, sino de esa especie de centro frágil e inquieto que las formas no alcanza. Si hay aún algo infernal y verdaderamente maldito en nuestro tiempo es esa complacencia artística con que nos detenemos en las formas, en vez de ser como hombres condenados al suplicio del fuego que hacen señas sobre sus hogueras.




Antonin Artaud, extractos de "El Teatro y su doble. Prefacio: el teatro y la cultura"

lunes, 14 de julio de 2008

¿Tenemos sentido?

“El ser es a la vez Caos y Cosmos. Para los seres humanos este caos es ocultado, en general, por la institución social y por la vida cotidiana. Un primer abordaje de la cuestión del gran arte implicaría decir entonces que es el develamiento del caos por medio de un “dar forma”, y al mismo tiempo la creación de un cosmos a través de este dar forma. Develamiento del caos porque el gran arte desgarra las evidencias cotidianas, el “tener cohesión” de estas evidencias, y el curso normal de la vida: para quien ama y comprende la música que escucha, el cuadro que contempla, se quiebra el tiempo habitual y la cotidianidad.”

“¿Pero puede decirse que la música imita los sentimientos humanos?.Creo que no: la música hace existir sentimientos, o en todo caso, les da una forma inexistente en otra parte.”

(Sobre el arte)"…lo que experimentamos aquí es el sentido de lo a-sensato y lo a-sensato del sentido, los cuales condensan al arte como ventana al abismo, al caos, y el dar forma a este abismo; esto es el momento del sentido, es decir, la creación de un cosmos por parte del arte. Por ésta razón , el gran arte no es fenoménico, es transparente: allí nunca hay nada que se esconda detrás de otra cosa. La riqueza infinita de una gran obra no es que hay una cosa adelante que esconde otras; es que, por el contrario, cosas que pueden estar adelante conducen siempre a otras cosas."

Cornelius, Castoriadis. Ventana al Caos. 1992.

Acotamos: Preferimos NO hablar de "gran arte", ni de "grandes artistas"; atribuímos estas características a la mayoría de las expresiones artísticas, o al menos, a las que nos gustaría ver manifiestas.

miércoles, 2 de julio de 2008

Sin ser hedonistas...

“ La eficacia y la represión convergen : elevar la productividad del trabajo es el ideal sacrosanto tanto del capitalismo como del estalinismo estajanovista.”


“El elemento erótico en la fantasía va más allá de las expresiones pervertidas. Aspira a una 'realidad erótica' donde la vida de los instintos llegaría a descansar en la realización sin represión.”


“ El arte reta al principio de la razón prevaleciente: al representar el orden de la sensualidad evoca una lógica convertida en tabú-la lógica de la gratificación contra la de la represión-. Detrás de la forma estética sublimada se revela el contenido insublimado; muestra el compromiso del arte con el principio de placer.”



Extractos de Eros y civilización, Herbert Marcuse. 1953